IDIOMA.

domingo, 3 de abril de 2016

Puesto que estamos en la vida, !vivamosla!.


Yo naturalmente no se bien que es la vida, pero me he determinado a vivir-la. De esa vida que se me ha dado, no quiero perderme nada: no solo me opongo a que se me prive de las más grandes experiencias, sino también y sobre todo de las más pequeñas. Quiero aprender cuanto pueda, quiero probar el sabor de los que se me ofrezca. No estoy dispuesto a cortarme las alas ni a dejar que nadie me las corte, quiero volar por cuantos cielos se me presenten, surcar cuantos mares tenga ocasión de conocer. Deseo tener hijos, plantar arboles, escribir libros, Deseo escalar las montañas y bucear en los mares. Oler las flores, amar a las mujeres, jugar con los niños, acariciar a los animales. Estoy dispuesto a que la lluvia me moje y a que la brisa me acaricie, a tener frió en invierno y calor en verano. He aprendido que es bueno dar la mano a los ancianos, mirar a los ojos de los moribundos, escuchar música y leer historias. Apuesto por conversar con mis semejantes. Me levantare por la mañana y me acostare en la noche, me pondré bajo los rayos del sol, admirare las estrellas, mirare la luna y me dejare mirar por ella. Quiero construir casa y partir hacia tierras extranjera, hablar lenguas, atravesar desiertos, recorrer senderos, oler las flores y morder la fruta. Hacer amigos. Enterrar a los muertos. Acunar a los recién nacidos. Quisiera conocer a cuantos maestros puedan enseñarme  y ser maestro yo mismo. Trabajar en escuelas, hospitales, en universidades y perderme en los bosques. Correr por la playa y perderme en el horizonte del mar.

En la meditación escucho que no me puedo privar de nada, puesto que todo es bueno. La vida es un viaje esplendido, y para vivir-la solo hay una cosa que hay que evitarse: el miedo, ese que yendo al rió, no deja que me bañe, o a la montaña y no me deja subir, o a la vida y no me deja vivir-la. Por que puesto que estamos en la vida, !vivamosla! esto parece lo más sensato, si hemos de aprende a nadar, es mejor que nos lancemos al agua y que no pasemos demasiado tiempo en la orilla. Este es exactamente nuestro problema, los  titubeos, los miedos, las dudas, el temor a vivir. Siempre es más inteligente lanzarse a la aventura. La meditación desenmascara nuestros mecanismos de protección, los proyecta en tamaño gigante en la pantalla de nuestra conciencia, nos muestra todo lo que hemos perdido por culpa de estos obstáculos fomentados por las convenciones sociales y presiones de todo genero.

Así es que tengo la impresión de que la meditación se ha inventado solo para erradicar el miedo o al menos para encarar-lo y aceptarlo, para ponerle las trabas precisas de forma que no pueda derivar en pánico.

Pablo D´Ors.





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